Día Mundial de la Diversidad Cultural: ¿Qué es la xenofobia y su normalización social? (Artículo Académico)
- Víctor Martín González Olivares
- hace 4 días
- 5 Min. de lectura
En el marco del Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, celebrado cada 21 de mayo, resulta fundamental reflexionar sobre uno de los principales obstáculos para la convivencia armónica entre culturas: la xenofobia. Este fenómeno, arraigado profundamente en nuestras sociedades, representa una amenaza significativa para la construcción de comunidades verdaderamente inclusivas y respetuosas de la diversidad humana.
¿Qué es la xenofobia?
La xenofobia se define como el rechazo, desagrado, antagonismo u odio hacia personas que provienen de otros países (CONAPRED, 2022). Es una forma de jerarquización social que vulnera el derecho fundamental a la igualdad y la no discriminación. Sus raíces suelen encontrarse en el nacionalismo extremista, temores infundados hacia lo extranjero, desinformación sobre los procesos migratorios y una limitada cultura de respeto a la diversidad.
Aunque frecuentemente se confunde con el racismo, tienen diferencias clave: mientras el racismo discrimina por características físicas o étnicas, la xenofobia se dirige específicamente contra lo extranjero o foráneo. Sin embargo, ambas formas de discriminación suelen entrecruzarse, especialmente en América Latina y el Caribe, donde "la xenofobia hunde sus raíces históricas en la discriminación étnico-racial" (Hopenhayn y Bello, 2001).
No es coincidencia que los actos xenófobos sean más frecuentes contra personas migrantes y refugiadas pobres, indígenas o afrodescendientes que contra expatriados blancos y de alto poder adquisitivo. Esta realidad evidencia cómo la xenofobia se entrelaza con la aporofobia (rechazo a las personas pobres) y el racismo, generando formas complejas de discriminación que afectan especialmente a quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad.
Conductas normalizadas que resultan xenófobas
La normalización de la xenofobia en nuestra sociedad ocurre a través de comportamientos cotidianos que muchas veces pasan desapercibidos o son socialmente aceptados:
Chistes y comentarios despectivos sobre nacionalidades específicas
Generalizar características negativas a todos los miembros de un grupo nacional
Uso de términos peyorativos para referirse a personas migrantes
Exclusión social o laboral basada en el origen nacional
Culpabilizar a migrantes por problemas sociales como desempleo, inseguridad o crisis económicas
Cuestionamiento constante del derecho de personas extranjeras a acceder a servicios públicos
Representaciones estereotipadas en medios de comunicación y redes sociales
Estas conductas normalizadas contribuyen a crear lo que CONAPRED (2022) denomina "sesgos cognitivos en que concedemos mayor valor a lo nacional frente a lo extranjero", generando una visión errónea de que solo tienen derechos humanos las personas que forman parte de la comunidad nacional.
Según datos del CONAPRED (2023), el 56% de las personas migrantes en México reportaron haber experimentado algún tipo de discriminación. La Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2022 reveló que el 40.3% de la población mexicana no rentaría una habitación a personas extranjeras, situación que se agudiza cuando se trata de migrantes centroamericanos, llegando al 49.7%.
Estos comportamientos discriminatorios no solo afectan directamente a quienes los sufren, sino que tienen un impacto social más amplio: erosionan el tejido social, normalizan actitudes discriminatorias, contribuyen a generar desconfianza entre diferentes grupos sociales y obstaculizan el aprovechamiento de las capacidades y talentos que las personas migrantes pueden aportar a la sociedad.
La xenofobia en México: un problema creciente
México ha experimentado un aumento significativo en los flujos migratorios en los últimos años, convirtiéndose en un país de origen, tránsito, destino y retorno de migrantes. De acuerdo con el Instituto Nacional de Migración (INM), en 2023 se registraron más de 782,000 personas en situación de movilidad por territorio mexicano, un incremento del 76% respecto al año anterior.
Este aumento ha venido acompañado por un preocupante crecimiento de actitudes xenófobas. El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación documentó un incremento del 63% en quejas por discriminación xenófoba entre 2021 y 2023. Las principales afectaciones reportadas fueron:
Negación de servicios básicos (27%)
Discriminación laboral (24%)
Agresiones verbales (21%)
Restricciones en el acceso a vivienda (18%)
Obstáculos para acceder a servicios educativos y de salud (10%)
Particularmente preocupante resulta el aumento de sentimientos xenófobos entre la población juvenil, como señalaban ya Hopenhayn y Bello (2001) a principios de siglo. Este fenómeno se ha agudizado con la proliferación de discursos de odio en redes sociales y la instrumentalización política de la migración como "problema" o "amenaza".
Es importante destacar que, históricamente, la xenofobia ha sido utilizada como herramienta política en momentos de tensión internacional. Como señalan Hopenhayn y Bello (2001), "no pocas veces el Estado ha promovido una 'xenofobia funcional' destinada a asegurar, ante un conflicto o una guerra, la adhesión y fidelidad de los ciudadanos a los valores de la patria". Esta instrumentalización del rechazo al extranjero como mecanismo de cohesión nacional representa un peligro adicional en contextos de polarización política.
Diferencia entre xenofobia y racismo
Aunque relacionados, la xenofobia y el racismo presentan diferencias importantes:
La xenofobia se centra específicamente en el rechazo a lo extranjero, a lo que viene de otro país o cultura. Su foco principal es el origen nacional, independientemente de las características físicas.
El racismo, por su parte, discrimina con base en características físicas, étnicas o culturales percibidas como "raciales", independientemente de la nacionalidad.
Sin embargo, en la práctica, ambas formas de discriminación suelen reforzarse mutuamente. Como señala CONAPRED (2022), "esos prejuicios y estereotipos inferiorizantes, deshumanizantes, construidos y reproducidos socialmente en torno a las personas en situación de movilidad se basan en motivaciones racistas y de rechazo y odio a las y los otros".
En América Latina, esta intersección es particularmente evidente: "El imaginario cultural de negación del otro se transfiere más tarde al otro-extranjero, sobre todo si no es blanco y migra desde países caracterizados por una mayor densidad de población indígena, afrolatina o afrocaribeña" (Hopenhayn y Bello, 2001).
¿Cómo podemos evitar conductas xenófobas?
Para construir una sociedad más inclusiva, es fundamental adoptar estrategias tanto individuales como colectivas:
Cuestionar nuestros propios sesgos: Reconocer que tenemos prejuicios arraigados es el primer paso para cambiarlos. Reflexionar críticamente sobre nuestras reacciones ante la diversidad cultural y nacional.
Informarnos adecuadamente: La desinformación alimenta los estereotipos. Acceder a fuentes confiables nos permite comprender la complejidad de los fenómenos migratorios y sus verdaderas causas y efectos.
Promover el contacto intercultural: Las experiencias directas con personas de diferentes orígenes ayudan a derribar prejuicios. Participar en espacios de diálogo intercultural fortalece la empatía y el reconocimiento de nuestra humanidad compartida.
Utilizar un lenguaje inclusivo: Evitar términos que deshumanizan a las personas migrantes. El lenguaje construye realidad, por lo que debemos ser conscientes del impacto de nuestras palabras.
Denunciar actos discriminatorios: No ser cómplices silenciosos de la xenofobia. Intervenir de manera respetuosa pero firme cuando presenciemos situaciones de discriminación.
Apoyar políticas públicas inclusivas: Promover marcos legales y programas gubernamentales que garanticen los derechos de todas las personas, independientemente de su nacionalidad.
Educar en la diversidad: Impulsar programas educativos que valoren la riqueza de la diversidad cultural y fomenten el respeto a las diferencias desde edades tempranas.
Como señala CONAPRED (2022), "la xenofobia vulnera los derechos humanos y libertades de las personas migrantes y refugiadas y contribuye a fracturar el tejido social". En un mundo cada vez más interconectado, celebrar la diversidad cultural y combatir toda forma de discriminación no es solo una cuestión ética, sino una necesidad para la convivencia pacífica y el desarrollo sostenible.
El Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo nos recuerda que las diferencias culturales no deben ser motivo de división, sino fuente de enriquecimiento mutuo. Erradicar la xenofobia es una tarea colectiva que requiere el compromiso de toda la sociedad para construir comunidades verdaderamente inclusivas donde todas las personas, independientemente de su origen nacional, puedan desarrollarse plenamente y aportar al bien común.
Bibliografía
CONAPRED. (2022). Comunicación sin xenofobia. Recomendaciones para medios y redes sociales. México: Gobierno de México.
CONAPRED. (2023). Informe sobre discriminación a población migrante en México. México: Gobierno de México.
Hopenhayn, M. & Bello, Á. (2001). Discriminación étnico-racial y xenofobia en América Latina y el Caribe. CEPAL.
Instituto Nacional de Migración. (2023). Estadísticas migratorias. México: Secretaría de Gobernación.
Comments